5/7/07

“Lo dicho y escrito... dicho y escrito está”.

Los militares uruguayos no dieron el Golpe de Estado de un día para otro ni en soledad. El golpe fue la culminación de un largo proceso que comenzó en la toma de control por parte de las Fuerzas Armadas de la lucha contra la sedición.

Con las Fuerzas Armadas dialogaron y negociaron muchos dirigentes y muchos partidos políticos.
Cada uno de nosotros podrá tener su propia opinión y sacar sus conclusiones de las razones causas y consecuencias de la dictadura cívico militar. Los militares fueron aplaudidos por los sectores de la oligarquía, el imperialismo norteamericano y los sectores más reaccionarios y atrasados de la sociedad por su contundente y veloz triunfo sobre el MLN-Tupamaros.

Con ese prestigio ganado a su favor comenzaron a exigir mayor participación en el poder del Estado bajo las banderas de la lucha contra la corrupción administrativa, los ilícitos económicos, y el enorme desprestigio del poder político.

Vencedoras en el plano militar, ahora las Fuerzas Armadas exigían un lugar preponderante en la conducción del país; que continuaba conducido por un Gobierno salpicado por la corrupción y por los mismos partidos políticos con dirigentes poco escrupulosos envueltos en ilícitos económicos con la rosca financiera y exportadora.
Durante este tiempo hemos intentado aportar algunos documentos y declaraciones de los principales actores políticos de la época que contribuyan a construir una idea sobre el proceso cívico militar que culminó con la dictadura el 27 de junio de 1973.





DOCUMENTOS Y DECLARACIONES DE LA IZQUIERDA
El Gral. LÍBER SEREGNI. en aquel entonces Presidente de la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio.
El 3 de noviembre, apenas superada la crisis institucional de Octubre, y mientras Jorge Batlle continuaba preso en la Región Militar Nº 1 y corrían toda serie de versiones sobre la "tendencia peruanista" en las Fuerzas Armadas, el Gral. Seregni expresó en un acto público: "...son ya varios los casos latinoamericanos que se nos ha querido mostrar como modelo... primero fue el argentino, luego el brasileño, ahora el peruano; ellos tienen que ver con tipos de conducta militar evidenciadas en el escenario del que hacer político latinoamericano".
"En algunas circunstancias el acento militar se acompasa al interés de las clases dominantes y en tal caso juega como retardatario de los procesos de transformación. Nosotros que sentimos el orgullo de ser militares por vocación y formación sabemos de la tradición artiguista del pensamiento castrense, ahincado en los más hondos sentimientos nacionales y populares; por ello, tal modo de conducta es antinacional en nuestro caso".
"Otra forma diferente de actuación consiste en que la acción militar se erija en vanguardia de los movimientos de transformación social. Ello es explicable en el caso de que las carencias y contradicciones al nivel de los pueblos requieran ese empuje. No es esa, por cierto, la situación que se plantea en nuestra patria".
"Si antes hablamos de un íntimo orgullo, ahora decimos de un exultante orgullo; el de ser hijos de este pueblo oriental, que en toda su trayectoria histórica no ha sabido de claudicaciones ni tutelas y sí de permanente postura levantisca y de lucha. Tampoco este tipo de conducta militar satisface las realidades del presente".
"Por último, existe una tercera forma de accionar: según ella concebimos el acento militar como esencia misma del pueblo. Así eran y fueron los orientales de Artigas, donde las diferencias cardinales entre los que visten de paisano y los que visten de uniforme eran, esencialmente esas, el vestido distinto. Ahora, como entonces, la acción militar debe ser pueblo, debe integrarse con la columna en marcha hacia la conquista de las más puras reivindicaciones nacionales. Otra vez la cuestión es entre pueblo y oligarquía. Esta es justamente nuestra formulación".
Con respecto a la acción militar sobre los ilícitos económicos, afirmó: "...no nos deslumbra una lucha contra delincuentes económicos, mientras no se cambie, no se transforme de raíz el régimen que los engendra y reproduce. No nos engañemos ni se engañen aquellos que persiguiendo estafadores dejan intactas las fuentes mismas de la gran estafa que la nación ha sufrido y sufre con tanta intensidad".
"...de lo que se trata es de dar un salto en el razonamiento y admitir que en el Uruguay la existencia de tales delincuentes es efecto y no causa de un tipo de organización económica". El 9 de febrero, en plena crisis político militar, Seregni habló en un mitin realizado en "La Unión", afirmando: "Qué no habían sido atendidas por el Gobierno las soluciones propuestas tiempo atrás por el Frente Amplio los 5 puntos del discurso del 3 de noviembre. Las definió como "postulaciones mínimas con respecto a nuestras bases programáticas" y que no tenemos que magnificar, ni convertirlas en un mito, al punto que se constituyan en el centro exclusivo de nuestra acción. Los llamados 5 puntos fueron la respuesta de un momento dado a una situación concreta, y si bien mantienen su plena vigencia no deben limitar el alcance de nuestras movilizaciones ni de nuestras exigencias". Señaló que "el sólo restablecimiento de las garantías no otorgaba a los orientales su plena libertad ni los liberaba de la miseria y la explotación". Agregó "que ello no significaba despreocuparse de las violaciones de los derechos y libertades".
En cuanto a la crisis en pleno apogeo, Seregni afirmó que "no se soluciona con un mero cambio de Ministro, ni aún el Gabinete entero. Hay que recomenzar de arriba a abajo, para poder reconstruir de abajo a arriba". Dijo después que por todas las razones enunciadas, Bordaberry debía renunciar, renuncia que "abriría una perspectiva de diálogo. Y solamente a partir de ese diálogo restablecido es viable la interacción fecunda entre pueblo, gobierno y Fuerzas Armadas para recomenzar la reconstrucción de la patria en decadencia". Señaló que la militancia del Frente está preparada para el diálogo y también para la acción. "Por eso militancia y dirigencia del Frente Amplio, están prontos a conceder su APOYO CRÍTICO a todas las instancias políticas, económicas y sociales que vayan en apoyo de la causa popular".
Dijo después que no podía haber soluciones sin que participe y decida el pueblo organizado y que "nadie puede pretender el monopolio de la reconstrucción de la patria". "La patria es de todos, y se conquista luchando junto a todos los verdaderos patriotas; la construye el obrero y el ama de casa; la construye el estudiante y el profesional, y tiene que construirla también el militar y el campesino". "Nada de falsos dilemas, de opciones falsas. Nada de dogmatismos ni de los prejuicios y falsas oposiciones con que intentan defenderse los oligarcas y políticos corrompidos. Una vez más la cuestión es sólo entre oligarquía y pueblo".
EL PARTIDO COMUNISTA
Antes de la declaración del Estado de guerra interno, el 10 de abril de 1972, fijaba su posición respecto a las Fuerzas Armadas, afirmando que propugna la "Acentuación del carácter definidamente nacional de las Fuerzas Armadas vigorizando la continuidad de la tradición artiguista... Propender al más alto grado de perfeccionamiento profesional y ético de la Institución, basado en una concepción nacional del cumplimiento de los cometidos precedentes. Los comunistas siempre hemos buscado, sobre estas bases, una correcta relación entre el pueblo y las Fuerzas Armadas. Es por eso mismo que atacamos la política del gobierno, que pretende usar las Fuerzas Armadas contra el pueblo, desnaturalizando sus cometidos".
El 5 de mayo de 1972, días después que una patrulla del Ejército asesinara a 9 comunistas de la Seccional 20ª, el Diputado Jaime Pérez, al denunciar los hechos en la Cámara afirma: "No consideramos a nuestras Fuerzas Armadas de asesinos, ladrones o torturadores, porque no consideramos a nuestro pueblo asesino, fascista o torturador. El Ejército no es más que una parte del pueblo".
Siete meses después, en el "Llamamiento a la Conferencia Nacional del Partido Comunista" 8 de diciembre 1972, se expresa: "Se habla mucho de los ¡lícitos socio económicos, se han comprobado escandalosos negociados e implicancias. Algunos pequeños estafadores y algunos ladrones de guante blanco han ido a parar a la cárcel o a los cuarteles".
"Pero todo el mundo se da cuenta de que los que están presos son apenas un botón de muestra de los muchos que quedan afuera de los que siguen siendo "personajes" y robando al país". "Las verdaderas contradicciones de la sociedad uruguaya son otras: pueblo contra oligarquía, la patria contra la "rosca". Hay que castigar a los culpables de "ilícitos socio económicos", pero hay que ir hasta el hueso. A la mala hierba no se la destruye sólo cortándole las hojas, hay que arrancarla de raíz. Lo fundamental es terminar con la estructura económica y social en que la rosca medra, el terreno donde ella crece".
Y más adelante afirma: "El Frente Amplio es, por excelencia, la expresión política de esa perspectiva de poder popular... De ese anchísimo torrente popular no debe quedar excluido ningún patriota, tanto si viste ropa de trabajo, traje civil o uniforme militar. Cualquier intento o tendencia a la división en el seno del pueblo debe ser categóricamente rechazado". "En esta hora crucial, los comunistas uruguayos, que podemos enorgullecemos de haber luchado siempre en primera fila por las causas populares y por la unidad del pueblo, levantamos más alto que nunca la bandera de la unidad, que es la bandera de la salvación de la patria".
Al estallar la crisis de febrero, el 8, un editorial de "El Popular" rezaba, "...se hace necesario buscar una salida democrática avanzada, como la propugnada por nuestro Partido y el Frente Amplio, sobre la base de la unión más amplia del pueblo, civiles y militares, patriotas, para restablecer las libertades, extender la democracia y producir cambios en la conducción económica, que pueden tener una base en los cinco puntos del Frente Amplio. Es decir, que siendo la situación grave, no puede decirse que sea imprevisible, porque corresponde a las hipótesis probables que hemos analizado tantas veces, por lo cual es imperioso que el pueblo esté presente en esta hora grave de la República". "...esta es la hora de la unión del pueblo, civiles y militares, de todos los orientales honestos, como lo dijera el General Seregni".
El 9, afirmaban: "Aquellos que se han pasado intentando dividir al país con falsos dilemas, para evitar que prevalezca la única divisoria real, oligarquía o pueblo, han lanzado la especie de que el problema que vive el Uruguay es un dilema entre civiles y militares y, aún más, entre institucionalistas y no institucionalistas". "El dilema real del país es hoy oligarquía o pueblo, y la oligarquía no puede representar la democracia". "Están equivocados los que, cualquiera sea el lugar en que se hallen, pretendan prescindir del pueblo. Por eso nos parece un paso adelante el concepto del comunicado de los Comandantes en Jefe del Ejército y de la Fuerza Aérea concepto reiterado en el comunicado emitido ayer por cadena - de que las Fuerzas Armadas "no son ni serán el brazo armado de grupos económicos y o políticos, cuyos personeros habiéndolo advertido así y para satisfacer sus intereses sectoriales, pretendan apartarlas del camino que ellas deben recorrer". Finalmente, al término de la crisis en otro editorial de "El Popular" apoyó el plan de 25 puntos de los militares salvo aquel que se refiere a "evitar la infiltración y captación de adeptos a las doctrinas y filosofías marxistas leninistas, incompatibles con nuestro tradicional sistema de vida".
EL PARTIDO SOCIALISTA
El conocido diputado del Partido Socialista, Vivían Trías, fijaba ya en mayo de 1972, la posición de su partido en un discurso de la Cámara. Afirmaba: "Existe una persistente e insidiosa campaña, para tratar de colocar al Frente Amplio como enemigo de las Fuerzas Armadas. Esto forma parte de la tentativa de los sectores más reaccionarios... que intentan inculcar a la opinión pública la convicción de que la contradicción principal que desgarra a la sociedad uruguaya es la que enfrenta al orden con la subversión, como una forma de desviar las ansiedades y esperanzas del pueblo de lo que realmente son sus preocupaciones esenciales". "La contradicción principal que hoy astilla a nuestra sociedad es la que enfrenta al pueblo con la oligarquía, a la patria con el imperialismo...".
"Hay quienes dicen que las Fuerzas Armadas de un país capitalista colonial son en su totalidad la expresión y el instrumento de las clases dominantes. Entendemos que es una afirmación injusta, pero sobre todo y nos interesa mucho más decirlo es una afirmación falsa. Ellas forman parte de la sociedad y las leyes que rigen el movimiento y los dinamismos de la sociedad, rigen en su totalidad y no se mantienen en las puertas de los cuarteles. En general nuestra oficialidad se recluta en el seno de las clases media y popular y no conozco ejemplos notorios de Oficiales que estén vinculados a los intereses de las grandes empresas, del gran latifundio y de la oligarquía". "Las Fuerzas Armadas forman parte del pueblo y resumen en sí, por supuesto, las mejores y cardinales virtudes del pueblo uruguayo". "Esto no quiere decir que en su seno no haya quienes transgreden normas éticas y deformen el cumplimiento de su deber".
En diciembre de 1972 decía discurso en la Cámara: "...la inquietud existente en las Fuerzas Armadas entre la oficialidad joven es la consecuencia de un cambio en la correlación de fuerzas y de un nuevo nivel de madurez de la conciencia política del conjunto del pueblo uruguayo", "...no es un hecho uruguayo, sino que tiene una dimensión latinoamericana, vinculada a la crisis estructural y el agotamiento del capitalismo colonial". Descartó los modelos argentino y brasileño y analizó los casos de Perú y Chile, expresando que ninguno de estos modelos puede transplantarse al Uruguay, "...la reinversión de las Fuerzas Armadas en la vida política nacional y planteado en términos uruguayos, en los términos orientales, y la primera regla de oro es no ir a buscar modelos en el exterior".
"Si se trata de que las Fuerzas Armadas participen de la vida política en un instante decisivo de la historia del país en que no hay ningún sector que pueda ser marginado ni recluido en un leprosario político... ello debe darse de acuerdo con fórmulas y esquemas que sean el producto de la política gestada, acaecida en el seno de la tradición nacional de nuestra propia realidad".
Después de la crisis de Febrero, en un extenso artículo aparecido en Semanario del Partido Socialista "El Oriental" en que historia la participación de las Fuerzas Armadas en el desarrollo histórico de América Latina, Vivían Trías al estudiar el plan militar, dice: "Es verdad que se trata de enunciados generales y, a veces, ambiguos, también lo es, que no son originales, pero ello no le quita importancia al hecho de que se trata de los fines propuestos por las Fuerzas Armadas y que detrás de ellos se manifiesta la decisión de cumplirlos. Los sucesos de febrero no serían más que el primer paso en esa dirección". "No son, por supuesto, soluciones definitivas para superar el subdesarrollo y la dependencia. En ese sentido mantenemos en alto el programa del Frente Amplio porque es, en rigor, la única solución viable. Pero en los comunicados 4, 7 y 13, existen puntos muy interesantes, compartibles, positivos, que están en el camino de nuestros propios postulados. Por eso y pese a sus graves carencias y a sus no menos graves aspectos negativos, entendemos que, en conjunto, son propuestas afirmativas". "Es posible que para importantes sectores de los proponentes tengan el mero valor de banderas de enganche... que sea en una palabra, demagógica. Pero aún en ese extremo hipotético ¿no implican acaso el compromiso público de toda la oficialidad con la nación y su pueblo? Por otra parte ¿a qué clase favorece ese programa y a que clase perjudica?" "Es obvio que su contenido anti-latifundista y anti-monopólico lesiona los intereses de las clases dominantes. Es verdad también que no es el programa del proletariado, pero está orientado en beneficio de las clases populares; es, ostensiblemente, una formulación programática pequeño burguesa, con todo lo que ello encierra de positivo y negativo a la vez".
"¿Cuál debe ser nuestra actitud, nuestra conducta ante el proceso que vivimos? En primer lugar, debemos apreciarlo cautelosamente, con mucha, pero mucha cautela. Sin entusiasmos fáciles, sin dejarnos arrastrar por la imaginación y por los deseos, pero sin prejuicios, ni preconceptos, ni subjetivismos alienantes". "Objetividad, realismo y equilibrio son condicionantes insoslayables". "...el proceso puede derivar a la derecha o a la izquierda, según se desenvuelva la correlación de fuerzas de la sociedad como un todo". "...la inserción de las Fuerzas Armadas en la vida política es un hecho consumado, una característica definitoria de nuestra coyuntura histórica. Pero su otro rasgo no menos determinante, es la acendrada politización de las masas populares, la elevación constante de su conciencia política social...". Luego fijaba así la posición del Partido Socialista: "No debemos balconear los sucesos, no debemos convertirnos en "sutiles y sagaces observadores". Es imprescindible intervenir activamente y en el centro mismo de los hechos. Hemos anunciado nuestro APOYO CRITICO a las medidas progresistas que se adopten, pero ello no implica, simplemente, aplaudir o repudiar sino luchar en favor o en contra, militantemente".
Respecto a la integración de un nuevo organismo civil militar "La CONASE", dijo que ello es demostrativo de "que ninguna fuerza puede, ahora, resolver prácticamente el problema del poder por sí sola. Por otro evidencia que la oligarquía se replegó para seguir la lucha por su statu quo".
El 4 de marzo, un dirigente del Partido Socialista, el Dr. José Díaz, miembro del Comité Central, en un reportaje que le hace el diario "La Opinión" de Buenos Aires, dice que los militares han concretado un viraje político en el documento de los 25 puntos que imponen al gobierno para abrir una tregua. "El socialismo considera que esta tregua es una salida inestable porque el gobierno oligárquico no llevará nunca adelante una política anti-oligárquica y los hechos impondrán la necesidad de una alianza distinta, que desarrolle ese programa frentista. Esa alianza no podrá existir sin el movimiento popular como protagonista".
"El programa impuesto por las Fuerzas Armadas.... es anti-oligárquico. Los socialistas lo consideramos reformista, progresista, apuntando contra la "rosca oligárquica"...consideramos positivo el planteo militar nacionalista...". Senador ZELMAR MICHELINI. Lista 99, Sector Colorado del Frente Amplio, en un artículo que le publica el semanario "Marcha" el 2 de febrero de 1973, ante la denuncia hecha por los militares de la corrupción en la Junta Departamental de Montevideo, dice: "La presencia de las Fuerzas Armadas en el escenario político del país no es cosa nueva, ni baladí; constituye con la guerrilla, uno de los hechos más significativos de los últimos años". "Hace ya tiempo que en el panorama político del país las Fuerzas Armadas están inscriptas con una autonomía de la que antes carecían". "Valorar el hecho, condenarlo o aprobarlo no es tema de hoy, lo cierto es que están, se han sensibilizado, han tomado vida propia, actúan. De mano de la subversión que se le encargó combatir, bajo la frase admonitoria que nunca cesaremos de recordar "contra los tupas, todo es bueno y sirve", las Fuerzas Armadas entraron en la problemática nacional". "Y lo que al principio pareció tarea específica limitada al apresamiento de la guerrilla, se transformó ¡era obvio! en un incursionar en todas las dificultades, carencias, déficits nacionales".
“Lo dicho y escrito... dicho y escrito está”. APUNTES PARA LA REFLEXIÓN
"Las Fuerzas Armadas, libradas exclusivamente a la conducción de sus mandos militares, carentes de dirección política, que por comodidad el presidente negó; victoriosas en el terreno de la acción tortura mediante, por supuesto - no quisieron quedar atrás en el tema político. Sobre todo cuando además de combatir los métodos, apreciaron las verdaderas causas y fines de la guerrilla". "...la posibilidad de incursionar en los temas generales... les permitía al condenar los males del país, descartar la grave acusación que formulaba un sector muy importante del pueblo de haberse transformado en "el brazo armado de la oligarquía". Bordaberry admitió y ambientó las incursiones políticas de las Fuerzas Armadas en un claro reconocimiento del papel principal que ellas desempeñaban en la vida nacional y con claro sentido político de obligar a la oposición a enfrentarse con ellas y no con el Poder Ejecutivo". "Esas incursiones como era previsible, evadieron pronto el cerco estrecho de la lucha antisubversiva y rozaron otros problemas y otras zonas de influencia". "Advertimos en su oportunidad que la reiteración del hecho crearía hábito y que lo meramente excepcional se transformaría en rutina. No se volverá atrás en esa materia, proclamamos... y que en toda solución auténticamente nacional no se podía prescindir entre otros de la opinión y conducción de las Fuerzas Armadas". "No se vuelve al Uruguay de antes... ese Uruguay que suponía Fuerzas Armadas prescindentes, encuadradas en el ficticio espacio de los cuarteles". "Las Fuerzas Armadas conscientes de que la guerrilla tenía orígenes distintos de los que se mostraban desde el Poder Ejecutivo hasta por una razón de egoísmo... estarían dispuestos a librar una dura lucha contra los privilegios, la injusticia, la dependencia internacional, la desocupación, la mala y absurda distribución de la riqueza, etc. como única manera de que efectivamente el país se salvase y no tuvieran que verse sometidas de nuevo a tareas de repercusiones tan dramáticas. La corrupción administrativa, los negociados, el mal uso de las finanzas públicas, el nepotismo en los nombramientos, la burocracia política, el acomodo, la falta de controles, son para las Fuerzas Armadas, para nosotros, para todos los que quieren un Uruguay distinto y por distinto mejor, factor de desmoralización de la población y descreimiento en los organismos públicos".
PARTIDO DEMÓCRATA CRISTIANO
Integrante del Frente Amplio.
En Mayo de 1972, ante la Cámara de Diputados, uno de sus representantes, SOSA DÍAZ, decía: "Los hombres de las Fuerzas Armadas son tan pueblo como nosotros, como institución no tienen ningún destino manifiesto, ninguna misión que pueda superponerse a la del pueblo mismo; como institución tienen sus funciones en un Estado de derecho, en una democracia y tienen el derecho a participar en la construcción del nuevo Uruguay. Pero ese Uruguay nuevo, integrado con un consenso nacional de pueblo y con las organizaciones populares". Luego condenaba todos los "elitismos", el del régimen de Pacheco Areco y la tentativa elitista del M.L.N., y expresaba: "que ningún mesianismo dentro de las Fuerzas Armadas instituto al servicio del país, pero minoritario al fin como institución, puede suplir la acción del pueblo mismo organizado, el único que puede legitimar las grandes transformaciones... ninguna institución en la historia viene a cumplir una función mesiánica". El 3 de diciembre de 1972, el diario "Ahora", publica un editorial del Arquitecto Juan Pablo Terra, Senador por el Partido Demócrata Cristiano, sobre el documento que días antes se diera a conocer en la Cámara, y que plantea el ascenso de las Fuerzas Armadas al poder por etapas. Dice al respecto que "el documento es simplemente subversivo. Y que quede bien claro que ni es nuestro camino, ni creemos que conduzca hacia ningún lado, ni contará con nuestra tolerancia". "Pero tampoco podemos poner el grito en el cielo, como si hoy y con esto, comenzara la quiebra de nuestra democracia, y el desbarajuste institucional. Sería estúpido olvidar que estamos en un país en que los Derechos Humanos han sido pisoteados en forma horrible, en el país de la dictadura oligárquica de Pacheco, de la sublevación tupamara y de la represión militar. Y esto nos obliga a pensar y a balancear con la cabeza fría, sabiendo que si no confiamos antes nuestra salvación a las minorías oligárquicas ni a las minorías guerrilleras, tampoco la confiaremos a estas nuevas minorías providenciales".
El 9 de febrero, apenas hecho público el programa militar de los 25 puntos, el Partido Demócrata Cristiano por intermedio del Senador Juan Pablo TERRA, como otros grupos del Frente Amplio, hizo público su apoyo crítico al programa, diciendo que: "se había producido una auspiciosa ruptura de la alianza entre la ultraderecha y las Fuerzas Armadas. Por primera vez éstas ponen sobre el tapete el problema de las estructuras del país y sus problemas reales. Dijo sin embargo que el programa de los 25 puntos tiene ambigüedades. Agregó que el proceso revolucionario se debe acentuar en la participación popular y agregó: "no entregaremos a nadie el futuro que es del pueblo". Señaló luego la necesidad de que el Frente Amplio esté unido.
El Partido Demócrata Cristiano, dijo, no pretende volver a la vieja institucionalidad uruguaya, ya vacía de contenido. Por el contrario, formuló un llamamiento a crear una nueva institucionalidad, una democracia nueva y dijo que para el logro de ese objetivo, lucharemos con independencia. Enfatizó que "no nos subimos al carro de nadie. Lo de antes ahora sí que se derrumba, ha llegado nuestra hora". Después dijo que "si el plan militar puede llevarse a cabo debemos trabajar para que así ocurra". "Nuestro partido", agregó, "seguirá instrumentando su accionar de masas porque este es una de las tantas formas que tiene el pueblo de gravitar".
Antes de esta declaración, los cronistas de la prensa internacional, habían hablado insistentemente de que el diario "Ahora", del PDC, después de la denuncia militar sobre corrupciones en la Junta de Montevideo en enero había comenzado a "coquetear" con las posiciones "peruanistas" dentro de las Fuerzas Armadas, señalando incluso que sus periodistas eran informados directamente de círculos militares.
Pero, a un mes y pocos días de superada la crisis de Febrero, ante el comunicado de la Junta de Comandantes en Jefe, irradiado el 24 de marzo, en que responsabiliza a los partidos políticos de obstruir el cumplimiento del plan acordado; establece una solidaridad expresa con Bordaberry, y se lanza contra el Parlamento, el diario del PDC saca un editorial el día 26, en que critica duramente a las Fuerzas Armadas. En sus partes fundamentales, el editorial dice: "...No se han curado las Fuerzas Armadas de un error conceptual que arriesga malbaratar sus buenos propósitos: el de creer que como institución o los hombres que la integran o asumen su personería, están por encima del bien y del mal, eximidos de toda crítica o análisis, al punto de calificar de pecado de lesa nación el inquirir sobre sus propósitos, al analizar sus comportamientos, o también, el discrepar con ambos, en ejercicio de un derecho de pensar y decir que no es privilegio de nadie". "...Cuando a raíz de la crisis de febrero, las Fuerzas Armadas expidieron los Comunicados 4 y 7, señalamos que su principal virtud era su implícita toma de conciencia sobre la problemática nacional, en términos globales, y no parciales; señalamos a su vez el carácter progresista de algunas de las soluciones esbozadas y la ausencia de temas cruciales sin encarar los cuales el país no habría de encontrar su camino. También dijimos que era más fácil redactar un programa genérico que hallar los medios efectivos para darle cumplimiento". En el plazo corrido "el balance no es satisfactorio. A dos meses de los acontecimientos de febrero no hay otra cosa que el cambio de un par de embajadores; algunos decretos, por lo demás reiterativos de normas anteriores sobre el uso de la locomoción oficial y de ordenamiento administrativo, dos cosas de muy poca monta, la intervención de Comargen y el decreto sobre reestructuración de INAC que es positivo, pero que tampoco innova a fondo sobre el tema vital para el país del contralor de la industrialización y comercialización de la carne. En todo esto, pues, más que las normas mismas importará ver cómo se aplican". "Es muy poca cosa para tanto ruido. Y si no se analizan las trece medidas "de fondo" a que la alocución se refiere, sería inútil buscar alguna que afronte, con soluciones concretas y definidas, los grandes temas de la hora". "...en lugar de tantos comunicados y de tantas declaraciones, dése un paso concreto y positivo y se habrá hecho algo mucho más efectivo que las rimbombantes palabras para desbaratar la conjura de las fuerzas regresivas que pretenden obstruir el programa de reformas". "Los partidos políticos, con todas sus carencias y sus anquedades, son una necesidad del sistema democrático republicano de gobierno. Desdibujar su imagen y lanzarlos al ludibrio público no contribuye a resolver los problemas del país", "...es una batalla contra molinos de viento pelear contra molinos de viento y pelear contra los partidos como tales. Los enemigos del país son la trenza de los intereses oligárquicos y que en todos estos ajetreos permanece intocada e indemne".
MOVIMIENTO DE INDEPENDIENTES "26 DE MARZO"
En el mes de enero, estudiando las perspectivas para 1973, decían en un documento Carta del Uruguay N919 respecto a la política del gobierno en lo militar: "El ejército pasa a primer plano en la represión de los movimientos armados, observándose a medida que transcurren los meses una mayor participación del mismo en la vida política". "Esta actitud de las Fuerzas Armadas es llevada adelante por medio de una doble conducta. Por un lado, la persecución, el golpeteo permanente sobre militantes y dirigentes, no llegan empero a ¡legalizar las organizaciones, y sobre todo la tortura bestial y sistemática, se han transformado en armas políticas cotidianas, y paralizar la combatividad de los mismos y del pueblo para enfrentar sistemáticamente y organizadamente esta política de sumisión y de miseria que se avecina. Va a ser después de varios meses de represión que el ejército comienza no sólo a ser el arma que la oligarquía utiliza a su servicio para destruir el movimiento popular, sino que aquél empieza a incidir v a presionar en las medidas del gobierno, además de actuar directamente en campos que no son de su competencia, tales como la represión de los ilícitos económicos". La situación actual es compleja, "por el papel creciente que en los hechos han llevado a adoptar a las Fuerzas Armadas: conducidas a la represión de los movimientos armados (setiembre 71) desarrollaron esa actividad, procurando éxitos militares, sin parar en ningún medio. Así, a lo largo de estos meses, el país ha asistido con verdadero horror, a una pesadilla de denuncias no desmentidas, de malos tratos, torturas, etc." "Pero al mismo tiempo, y de las propias fuerzas castrenses, como contrapartida de posibles contactos existentes o de la verdad esencial que un grupo pueda defender, más allá de su derrota en el plano militar comenzaron a sentirse expresiones nuevas, por ejemplo, "que la sedición era sólo una de las formas de subversión", "que existían otras, que las Fuerzas Armadas tratarían de combatir todas, no sólo las armadas", etc. "Parece insinuarse en estas semanas una nueva zona de actividades: la punición de delitos socio económicos". "...algunos grupos del régimen, han empezado a elaborar una tesis... sobre poder civil, poder militar, ...pretendiendo extraer de esta situación una verdadera contradicción, un antagonismo entre los dos poderes, para deducir de ello explícita o implícitamente una actitud o una conducta política". "El problema no es simple". "...El ejército es una institución del Estado, al servicio de la clase dominante, que la usa para mantener su situación de privilegio. A pesar de esto, dentro del ejército existen contradicciones naturales entre grupos y entre personas, algunos de los cuales aparecen hoy más nítidamente, a medida que existe un pueblo con sus organizaciones populares que hostigan a esa clase dominante en términos de poder". "La conciencia creciente de que la sedición no es la causa de la crisis, sino una consecuencia de ella, puede derivar a sectores de las Fuerzas Armadas a enfrentarse a la necesidad o a la idea, de que deben extender su radio de acción, ampliar la zona de poder y resistencia". Es menester tener en cuenta, aclara luego, que "...la represión de ilícitos socio económicos y la punición de los culpables, conducirá a la eliminación de ellos, por cuanto es un sistema económico el que lo genera; lo que puede lograrse es un mayor refinamiento en su realización, o mejor aún, la legitimidad de otras formas de confiscación al pueblo...".
Y al analizar las perspectivas, planteaba: "Muy complejo es determinar como se moverán las fuerzas del régimen. Habría tres posibles alternativas": "- Permanencia de la situación actual". "- Ruptura frontal del sistema, golpe tradicional, con o sin Bordaberry". "- Ruptura a la uruguaya con poder tutelar de los militares, escalonando el crecimiento de su poder en los próximos meses". "...el proceso parecería dirigirse hacia la captación progresiva de los mecanismos estatales por parte de los militares con sucesivas crisis y enfrentamientos que culminarían a favor del Ejército". "Junto a la lucha por el poder entre civiles y militares, es posible prever una agudización en la contradicción de enfoque dentro de las Fuerzas Armadas, es decir, la alternativa tendrá que ser para ellos: tocar o no los grandes privilegios. Y sólo ese será el indicador de un cambio de actitud profunda frente al sistema".
Producida la crisis de febrero, el "26 de Marzo" saca otro documento, en que reafirma la tesis arriba glosada y agrega: "La crisis institucional se encuadra como un elemento más de este proceso... Es importante precisar que la crisis del Estado liberal no quiere decir necesariamente la crisis del Estado capitalista. Por el contrario, en toda Latinoamérica se está demostrando, que al producirse la primera, entra en fase de afirmación del Estado capitalista"..."El gobierno en nuestro país es débil, en tanto que el régimen es fuerte. Entendiendo por fortaleza, no solamente la capacidad de golpear al pueblo, sino también de dar pasos políticos para absorber sus propias crisis, y mantener la estructura de dominación". "Uno de los síntomas ya definidos de la desaparición de ese estado liberal, es la irrupción de las Fuerzas Armadas, el rompimiento del orden institucional y de la relación formal entre el poder civil y el poder militar". "...De ahí que debemos cuidarnos de caer en la falacia representada por la tendencia a salir "en defensa de las instituciones" o de "cuidar que el ordenamiento institucional no se quiebre"..."¿Qué significa defender la institucionalidad en nuestro país y en este momento? Para nosotros es...defender no tanto el "estado de derecho", como un derecho justo y humano". "Se trata de pensar en términos de una ofensiva de transformación del Estado uruguayo, buscando el cambio de esas estructuras". "Hasta 1971, las Fuerzas Armadas estuvieron en una posición independiente con respecto a los grupos económicos...". "Habiéndose acelerado el proceso de deterioro del Estado liberal, las Fuerzas Armadas sufren una crisis de identidad, que obliga a una redefinición de sus funciones". "Habrían tres características que definirían esa reconversión":
- Se eleva a la categoría de principio doctrinario su independencia de los grupos económicos y o políticos.
- Se descubren como factor de poder.
Descubren la realidad del país.
"El proceso experimentado por las Fuerzas Armadas que tiene su expresión más aparente en los cambios ideológicos que encontramos en su manifiesto de Abril 72, desde el Centro Militar, y los Comunicados 4 y 7 del mes de febrero de ese año, habiéndose transformado evidentemente, de ser el brazo armado o el instrumento de la oligarquía, en un factor de poder independiente y que cuestiona a la misma, si bien no tenemos elementos para definir el grado de profundización a que este cuestionamiento puede llegar". "...todo este cambio, fue provocado, iniciado y procesado por nuestro pueblo, y es expresión de una capacidad de protesta, de reacción y de coraje...". "Los comunicados 4 y 7 son una expresión de todo lo que se ha avanzado en el proceso de cambio de sus estructuras mentales. Ese proceso está encaminado, pero dista mucho de estar concluido, ni aún consolidado"... "Muy por el contrario, a medida que se progrese, serán más y más las fuerzas que la oligarquía y el imperio les opondrán para desviarlo, canalizarlo y comprarlo, por lo que debemos exigir en estos momentos críticos al máximo nuestra actividad".
"Los objetivos de las Fuerzas Armadas en este momento, parecerían ser:
  • 1) Derrotar políticamente al MLN, mediante la eliminación de las condiciones políticas y prácticas más inmediatas de su accionar.
  • 2) Seguir haciendo retroceder al poder político, procurando paulatinamente la traslación de responsabilidades hacia las FF.AA.
  • 3) Sanear la administración pública.
  • 4) Neutralizar al Movimiento popular, en su conjunto, operando al mismo tiempo para conquistar base social.
  • 5) Fortalecerse como cuerpo".

"...No puede afirmarse absolutamente que los procesos desencadenados últimamente son positivos o negativos a corto plazo", "su desenlace a más largo plazo, depende en gran parte de lo que el Movimiento Popular sea capaz de hacer". "...Nada en los objetivos de las Fuerzas Armadas nos indica que apuntan a una transformación de la sociedad, pero ¿es que debemos esperar eso de un proceso que recién se inicia, y sobre todo, independientemente de lo que nosotros podamos hacer?" "...es positivo que en este país, todos sepan que existe corrupción, que la violencia del pueblo se debe a causas profundas"..."... pero sería un error no completar la afirmación diciendo que esto significa una maduración del proceso y que, de no ser correctamente capitalizado por las fuerzas políticas que intentan conducir al pueblo, servirán para los representantes del régimen, como un arma eficaz, como una nueva cobertura y una modernización de sus métodos de dominación". "...la política del Fondo Monetario Internacional, en nuestro país, no ha sido la de basarse en los militares para imponer su modelo económico, sino que ha tratado de impulsar la concentración de poder económico... en la oligarquía vinculada al agro". "Sectores en los cuales, por otra parte, las Fuerzas Armadas tienen contradicciones a corto plazo, que surgen de las exigencias de la acción que se han fijado para cumplir con sus objetivos"..."esto representa una brecha importante a tener en cuenta...". "En resumen, podríamos decir que, si bien no necesariamente estos procesos tienen que haber respondido a una estrategia pensada y ejecutada por el imperio, este cuenta con la capacidad teórica realismo político y práctica relaciones con las Fuerzas Armadas para asimilarlos y volcarlos según sus intereses". "A partir de 1972, todos los integrantes, de las Fuerzas Armadas contactan con la realidad, que incide sobre ellos, operando lentamente una toma de posición frente a lo que descubren directamente". "De esta forma comienzan a integrar sus experiencias, y la elaboración sobre la realidad. En general, no lo hacen como un cuerpo, sino que esta ha sido tarea de los altos mandos, que a través de su elaboración intentan ideologizar a sus subordinados". "Debemos reconocer aquí, esbozos de una contradicción o varias, producto de los distintos intereses dentro de las Fuerzas Armadas. Ejemplo: las distintas formas de asimilar lo que están aprendiendo". "Los elementos de nacionalismo que puedan existir, no se transformarán en el sentido de transformarse en postura antiimperialista solos, sino que debe mediar el enfrentamiento ideológico permanente del movimiento popular". PASARON MÁS DE TREINTA AÑOS DE QUE LAS FUERZAS ARMADAS URUGUAYAS DERROTARAN LA SUBVERSIÓN. PASARON VARIAS DÉCADAS DE AQUEL ASCENSO DE LAS FUERZAS ARMADAS AL PODER. ¿CUÁNTO DE LOS PREVISTO Y ANUNCIADO POR LOS PARTIDOS Y O DIRIGENTES DE LA IZQUIERDA SUCEDIÓ DESPUÉS? USTED SABRÁ. PERO PARA LO ÚNICO QUE SIRVIERON LOS MILITARES FUE PARA IMPONER EL PROYECTO IMPERIALISTA PARA LA REGIÓN. EL NEOLIBERALISMO. MIENTRAS PROSEGUÍA LA CORRUPCIÓN, LOS ILÍCITOS ECONÓMICOS Y LA PERDIDA DE SOBERANÍA. Y SE ACOMODABAN ELLOS AUMENTÁNDOSE LOS INGRESOS HASTA EN UN CIENTO POR CIENTO. AHORA SE PODRÁN DECIR MUCHAS COSAS.

LA JUVENTUD PAG. 3

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